Este blog pretende conformarse como un cajón de sastre de relatos personales, críticas de cine, comentarios de situaciones cotidianas, reflexiones personales sobre hechos y problemáticas generales.
Un archivador de apuntes particulares.

17 de mayo de 2017

Un sólo día, cuatro estaciones

Un día más te levantas, corres la cortina y lo ves todo gris.
Pero sólo depende de ti el tomarte el tiempo como señal de que el día que comienza va a ser igual de triste y monótono como el cielo que ves desde tu ventana.
La verdad es que no sé muy bien si aquí a la gente le da igual el tiempo, porque lo tienen asumido, o miran para el suelo porque las nubes son demasiado pesadas para mirar más allá de ellas.
A mí me encanta salir a correr con el viento en contra. Pedalear y notar cómo se me van pegando los pantalones a las piernas debido a la lluvia... Y pese a todo, mirar el cielo, mirar hacia arriba y cerrar los ojos para sentir mejor la sensación de cómo las gotas chocan contra mi cara. Correr, siempre corriendo, esforzándome... para sentirme ¿viva?



 Y de repente deja de llover y sale el sol, pero no ves el arco iris porque sigue todo nublado.

Para cuando el aire se ha llevado las nubes ya es demasiado tarde, sólo quedan charcos en el suelo. Entonces te quitas la chaqueta, te pones las gafas de sol y sólo te entran ganas de tirarte en el parque a disfrutar de los pocos rayos de luz que sabes tendrás ese día. Pero no lo haces, porque estás demasiado ocupado trabajando, estudiando, intentando conocer gente, ... , cualquier deber como excusa es buena. Y vuelves a tu piso de mierda, a esa habitación que te empeñas en llamar hogar y adoras, pero que no te pertenece. Y te encierras como si fuera invierno, sólo y sin nadie que te arrope o te abrace para reconfortarte.

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